domingo, 30 de noviembre de 2014

Dan Buettner: Como vivir para ser un centenario.

http://www.ted.com/talks/dan_buettner_how_to_live_to_be_100/transcript?language=en#t-425563

Algo que se denominó el "estudio de gemelos daneses" estableció que solo alrededor del 10% del promedio de vida de una persona dentro de ciertos límites biológicos, es dictado por los genes El otro 90 por ciento es dictado por nuestro estilo de vida. Por lo tanto esta es la premisa de “Zonas Azules”: si podemos encontrar el estilo de vida óptimo de la longevidad, podemos llegar a una fórmula de facto para la longevidad.
0:36Pero si preguntamos al americano medio cual es la fórmula óptima de la longevidad, probablemente, no sabrán decírtelo. Habrán oído hablar posiblemente de la dieta South Beach, o la dieta de Atkins.También conocen la pirámide de alimentos del USDA.(Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) O lo que nos dice Oprah. O lo que nos dice el doctor Oz.
0:50La realidad es que hay mucha confusión en torno a lo que realmente nos ayuda a vivir más tiempo y mejor. Deberíamos correr maratones o hacer yoga? Deberíamos comer carne orgánica o deberíamos comer tofu? Por lo que se refiere a suplementos vitamínicos, deberíamos tomarlos? ¿Y Qué decir de tomar hormonas o el resveratrol? Y tener un propósito, esta relacionado? La espiritualidad? ¿Y nuestras relaciones sociales?
1:16Pues bien, nuestro enfoque en la búsqueda de la longevidad fue formar un equipo con National Geographic, y el Instituto Nacional del envejecimiento, para encontrar cuatro zonas con datos demográficos confirmados que estuvieran geográficamente definidas. Y luego llevar allí a un equipo de expertos para analizar metódicamente lo que hacían exactamente estas personas, y mostrar una revelación transcultural.
1:37Y al final os voy a decir cual es esa revelación. Pero primero me gustaría refutar algunos mitos comunesen lo que respecta a la longevidad. Y el primer mito es que si pones todo de tu parte entonces puedes vivir hasta los 100 años. Falso. El problema es que sólo una de cada 5.000 personas en América llega a vivir hasta los 100 años. Tus posibilidades son muy bajas. A pesar de ser el grupo demográfico que crece más rápidamente en América es difícil llegar a los 100 años. El problema es que no estamos programados para la longevidad. Estamos programados para algo que se llama "éxito reproductivo" Me encanta esa palabra. Me recuerda a mis días en la universidad.
2:21Con el termino éxito reproductivo los biólogos se refieren a la edad en la que tienes hijos y luego en otra generación, la edad en que tus hijos tienen hijos. Tras ello, el efecto de la evolución se disipa por completo. Si eres un mamífero, si eres una rata o un elefante, o un ser humano, entre medio, es la misma historia. Así que para llegar a los 100 años, no sólo tienes que haber tenido un estilo de vida muy bueno, también te tiene que haber tocado la lotería genética.
2:49El segundo mito es que hay tratamientos que pueden ayudar a retrasar, revertir o incluso detener el envejecimiento. Falso. Si lo piensas, hay 99 cosas que pueden envejecernos. Privar al cerebro de oxígeno durante unos minutos, esas células del cerebro mueren, las perdemos para siempre. Jugar al tenis con demasiada intensidad, en tus rodillas se deterioran los cartílagos los cartílagos no se recuperan. Nuestras arterias pueden obstruirse. Nuestros cerebros se pueden degenerar con placa arterial, y podemos desarrollar Alzheimer. Hay demasiadas cosas que pueden salir mal.
3:19Nuestros cuerpos tienen 35 trillones de células, un trillón con "T" .Estamos hablando de cifras equivalentes a la deuda nacional. (Risas) Esas células se reemplazan una vez cada ocho años. Y cada vez que son sustituidas se produce algún daño.Y el daño se acumula. Y se acumula exponencialmente.Es un poco como en los días en que todos teníamos los discos de los Beatles o los Eagles y hacíamos una copia en una cinta de cassette, para dejar que nuestros amigos copiaran la cinta y muy pronto, tras múltiples copias la cinta sonaba fatal. Bueno, lo mismo le sucede a nuestras células. Es por eso por lo que una persona de 65 años envejece a un ritmo de alrededor de 125 veces más rápido que una persona de 12 años.
4:04Así que, si no se puede hacer nada para retardar o detener el envejecimiento, ¿qué estoy haciendo aquí?Bueno, en realidad la ciencia más avanzada nos dice que la capacidad del cuerpo humano, mi cuerpo, tu cuerpo, es de unos 90 años, un poco más para las mujeres. Pero la esperanza de vida en este país es de sólo 78. Por lo tanto en alguna parte del camino, nos hemos dejado unos buenos 12 años. Estos son años que podríamos vivir. Y las investigaciones nos muestran que serían años en gran medida libres de enfermedades crónicas, enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes.
4:46Creemos que la mejor manera de conseguir estos años perdidos es observar las culturas alrededor del mundo que los están viviendo, zonas donde la gente vive hasta los 100 años en una proporción 10 veces más grande que la nuestra, las zonas donde la esperanza de vida es de doce años más, la tasa de mortalidad a mediana edad es una fracción de lo que es en este país.
5:07Hemos encontrado nuestra primera zona azul a unas 125 millas de la costa de Italia, en la isla de Cerdeña. Y no toda la isla, la isla tiene aproximadamente 1,4 millones de personas, sino únicamente en el altiplano, una zona conocida como la provincia de Nuoro. Y aquí encontramos esta zona donde los hombres viven más tiempo, unas 10 veces más centenarios que los que hay aquí en Estados Unidos. Y es un lugar donde no sólo la gente llega a los 100 años, sino que lo hacen con una fuerza extraordinaria.Lugares en los que personas de 102 años todavía van al trabajo en motocicleta, cortan leña, y pueden ganarle a un hombre 60 años más jóven que ellos. (Risas)
5:40Su historia en realidad se remonta a la época de Cristo. Es en realidad una cultura de la Edad del Bronce que ha quedado aislada. Debido a que la tierra es tan estéril Son en su mayoría pastores, que realizan regularmente actividad física de baja intensidad. Su dieta es principalmente a base de plantas,complementada con alimentos que pueden llevar al campo. Ellos elaboran un pan integral sin levadura de trigo llamado “notamusica” hecho de trigo duro, también un tipo de queso a partir de animales alimentados con pasto por lo que el queso tiene un alto contenido de ácidos grasos Omega-3 en vez de ácidos grasos Omega-6 de animales alimentados con maíz, y un tipo de vino que tiene tres veces el nivel de polifenoles que cualquier otro vino conocido en el mundo. Se llama "Cannonau".
6:22Pero el verdadero secreto creo que está más bien en la forma en que organizan su sociedad. Y uno de los elementos más sobresalientes de la sociedad de Cerdeña es la forma en que tratan a las personas mayores. Os habéis dado cuenta aquí en Estados Unidos, la valoración social parece alcanzar su punto más alto alrededor de los 24 años? Basta con mirar los anuncios. Aquí, en Cerdeña, cuanto más viejo eres más valor social tienes, Se te reconoce una mayor sabiduría Si vas a los bares en Cerdeña, en lugar de ver el calendario de trajes de baño de Sports Illustrated, verá el calendario de la persona centenaria del mes.
6:54Esto resulta ser bueno para el envejecimiento de sus padres al mantenerlos cerca de la familia, les añade de cuatro a seis años de esperanza de vida adicional, Y las investigaciones demuestran que también es bueno para los niños de esas familias, que tienen tasas menores de mortalidad y de enfermedad. Se le denomina “el efecto de la abuela”.
7:12Encontramos nuestra segunda Zona Azul en la otra punta del planeta, a unos 800 kilómetros al sur de Tokio, en el archipiélago de Okinawa. Okinawa es en realidad un conjunto 161 pequeñas islas. Y en la parte norte de la isla principal, está el punto central de la longevidad en el mundo. En este lugar se encuentra la población de mujeres de mayor edad del mundo Es el lugar donde la gente tiene la esperanza de vida más larga sin discapacidades en todo el mundo. Ellos tienen lo que nosotros queremos. Viven mucho tiempo, y tienden a morir mientras duermen, muy rápidamente, y, a menudo, les puedo decir, después de tener relaciones sexuales.
7:49Viven unos siete años de buena calidad más que el estadounidense medio. Hay cinco veces más centenarios que los que hay aquí en América. Una quinta parte en la tasa de cáncer de colon y de mamagrandes causantes de mortalidad aquí en Estados Unidos. Y una sexta parte en la tasa de enfermedades cardiovasculares. Y el hecho de que esta cultura ha producido estas cifras sugiere fuertemente que tienen algo que enseñarnos. ¿Qué hacen? Una vez más, una dieta basada en plantas, llena de verduras con mucho color. Y comen alrededor de ocho veces más tofu que los estadounidenses.
8:22Más importante que lo que comen es como lo comen. Tienen todo tipo de pequeñas estrategias para evitar comer en exceso, que, como ustedes saben, es un gran problema aquí en Estados Unidos.Algunas de las estrategias que observamos: comen en platos más pequeños, por lo que tienden a comer menos calorías cada vez que lo hacen. En lugar de servir al estilo familiar, donde se puede comer de todo sin pensar mientras estás hablando, Sirven la comida en una barra, alejan la comida, para luego llevarla a la mesa.
8:48También tienen un viejo proverbio de hace unos 3.000 años, que creo que es el mejor consejo para una dieta que se ha inventado. Fue inventado por Confucio. Y que es la dieta conocida como " Hara, Hatchi, Bu." Es simplemente un dicho que estas personas proclaman antes de la comida para recordarles de dejar de comer cuando su estómago esté completo al 80 por ciento . Requiere aproximadamente una media hora para que la sensación de estar lleno pase del estómago al cerebro. Y acordándose de parar al 80 por ciento nos ayuda a no comer de más.
9:16Pero al igual que en Cerdeña, Okinawa tiene algunos modelos sociales que podemos asociar con la longevidad. Sabemos que el aislamiento mata. Hace quince años el norteamericano medio tenía tres buenos amigos. Estamos ahora en uno y medio. Si tienes la suerte de haber nacido en Okinawa, habrás nacido en un sistema donde de forma automática tienes una media docena de amigos con los que compartes la vida. Ellos lo llaman un "Moai". Y si estás en un "Moai" Se espera que compartas tu prosperidad si eres afortunado, y si las cosas van mal, tu hijo enferma o cuando fallecen tus padres,siempre tienes a alguien con quien puedes contar. En este particular moai, estas cinco mujeres han estado juntas durante 97 años. Su edad media es de 102.
10:02Normalmente en los Estados Unidos hemos dividido nuestra vida de adulto en dos partes. Esta nuestra vida laboral, cuando somos productivos. Y entonces un día, boom ,de repente, nos retiramos. Y por lo general eso significa echarse en el sillon, o irse a Arizona a jugar al golf. En la lengua de Okinawa no hay ni siquiera una palabra para jubilación. En su lugar hay una palabra que impregna toda tu vida, y esa palabra es "ikigai". Que más o menos traducido, significa "la razón por la que te despiertas por la mañana."
10:39Para este maestro de karate de 102 años de edad, su “ikigai” es transmitir este arte marcial. Para este viejo pescador de cien años Lo es el seguir pescando tres veces por semana para su familia. Y esta es una pregunta. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento nos dió un cuestionario para dar a estos centenarios. Y una de las preguntas, fueron muy astutos culturalmente, quienes prepararon el cuestionario. Una de las preguntas era: "¿Cuál es tu ikigai ?" Y ellos sabían inmediatamente por qué se despertaban por la mañana. Para esta mujer de 102 años, su "Ikigai" era simplemente su tataranieta. Dos mujeres separadas por 101 años y medio edad. Y yo le pregunté cómo se sentía al tener en brazos a su tataranieta. Y ella echó la cabeza para atrás y me dijo: "se siente como saltar hacia el cielo" Me pareció que era un pensamiento maravilloso.
11:32Mi editor en National Geografic quería que encontrara una “Zona Azul” en América. Y por un tiempo estudiamos las praderas de Minnesota, donde realmente hay una muy alta proporción de centenarios.Pero eso es porque todos los jóvenes se han marchado. (Risas) Por lo tanto, recurrimos a los datos de nuevo. Y encontramos la población de los Estados Unidos con una vida más larga entre de los Adventistas del Séptimo Día Que se concentra en y alrededor de Loma Linda, California. Los adventistas son metodistas conservadores. Ellos celebran su día de reposo ("sabath") desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Un "refugio de 24 horas en el tiempo", lo llaman. Y siguen cinco pequeños hábitos que les proporciona una longevidad extraordinaria comparativamente hablando.
12:20Aquí en Estados Unidos, la esperanza de vida para una mujer es de un promedio de 80 años. Pero para una mujer Adventista, su esperanza de vida es de 89. Y la diferencia es aún más pronunciada entre hombres, entre quienes se espera que vivan unos 11 años más que sus homólogos americanos. Ahora, este es un estudio que siguió a unas 70.000 personas durante 30 años. El “Estudio Sterling”. Y creo que ilustra perfectamente la premisa de este proyecto de "Zona azules".
12:48Esta es una comunidad heterogénea. Es blanca, negra, hispana, asiática. Lo único que tienen en común son un conjunto de pequeños hábitos de vida que siguen de forma ritual durante la mayoría de sus vidas.Toman su dieta directamente de la Biblia. Génesis: capítulo uno, versículo 26, donde Dios habla acerca de las legumbres y las plantas que producen semillas, y de otra estrofa más acerca de las plantas verdes, lo que falta de manera ostensible es la carne. Se toman este refugio en el tiempo con mucha seriedad.
13:17Durante 24 horas cada semana, no importa lo ocupados que estén, o cuanto estrés tengan en el trabajo,o adonde hay que llevar a los niños dejan todo de lado y se centran en su Dios, en su red social, y, luego, en estrecha relación con su religión están los paseos por la naturaleza. Y el poder que esto tiene no es que se hace de vez en cuando, sino que lo hacen cada semana durante toda la vida. Nada de esto es difícil. Nada de esto cuesta dinero. Los adventistas también tienden a pasar el tiempo con otros adventistas. Por lo tanto, si vas a una fiesta Adventista no verás a la gente bebiendo Jim Beam o haciéndose un porro. En su lugar, estarán hablando de su próximo paseo por la naturalezaintercambiando recetas, y sí, rezando. Pero se influyen mutuamente de manera profunda y apreciable.
14:02Esta es una cultura que ha producido a Ellsworth Wheram. Ellsworth Wheram tiene 97 años de edad. Es multimillonario, sin embargo, cuando un contratista quiso cobrarle 6.000 dólares por construir una cercale dijo, "Por esa cantidad de dinero me la hago yo mismo". Así que durante los siguientes tres días estuvo apaleando cemento y llevando postes de un lado a otro. Y de forma predecible, tal vez, al cuarto día acabó en el quirófano. Pero no como paciente en la mesa de operaciones; sino como la persona que llevaba a cabo cirugía a corazón abierto. A los 97 años aún realiza 20 operaciones de cirugía a corazón abierto todos los meses.
14:41Ed Rawlings, tiene ahora 103 años, un activo vaquero, que comienza su día con un baño. Y los fines de semana le gusta subirse a la tabla de surf, y producir remolinos de agua.
14:52Y también tenemos a Marge Deton. Marge tiene 104 años. Su nieto vive aquí en las ciudades gemelas. (Minesotta) Ella comienza el día levantando pesas. Monta en bicicleta. Y luego se monta en su Cadillac Seville color ámbar de 1994, y arrasa por la autopista de San Bernardino, donde todavía realiza voluntariado en siete organizaciones diferentes. He estado en 19 expediciones realmente duras. Y probablemente soy la única persona que conoceréis que atravesó el desierto del Sahara en bicicleta sin protección solar. Pero os puedo asegurar, no hay aventura más terrible que ir en el asiento delantero con Marge Deton. "Un extraño es un amigo al que no he conocido todavía!" me decía.
15:34Entonces, ¿cuáles son los denominadores comunes en estas tres culturas? ¿Qué es lo que hacen todos ellos? Y hemos conseguido reducirlos a nueve. De hecho, hemos realizado dos expediciones más a “Zona azules” y estos denominadores comunes siguen siendo ciertos. Y el primero, y estoy a punto de decir una herejía aquí, ninguno de ellos hacen ejercicio, por lo menos en la forma en que concebimos normalmente el ejercicio. En su lugar, organizan sus vidas de tal manera que están obligados a realizar actividad física. Estas mujeres centenarias de Okinawa se sientan y se levantan del suelo normalmenteunas 30 o 40 veces al día.
16:13Los Sardos viven en casas verticales, suben y bajan las escaleras. cada vez que van a la tienda, o a la iglesia o a casa de unos amigos es una oportunidad para dar un paseo. No tienen todas las comodidades modernas. No hay un botón que apretar para que te arregle el jardín o haga el trabajo de casa. Si quieren preparar un pastel, lo hacen a mano. Eso es actividad física. Eso quema calorías tanto como correr en la cinta. Y cuando realizan actividad física lo hacen a propósito, en cosas que disfrutan. Suelen caminar, La única manera comprobada de evitar el deterioro cognitivo y todos ellos suelen tener un jardín. Saben cómo configurar su vida de la manera adecuada para tener una actitud positiva.
16:50Cada una de estas culturas dedica tiempo para reducir el ritmo de la vida diaria. Los Sardos rezan. Los Adventistas del Séptimo Día rezan. Los habitantes de Okinawa veneran a sus antepasados. Pero cuando tienes prisa o estás estresado se desencadena algo que se denomina la "respuesta inflamatoria", que se asocia con todo, desde la enfermedad de Alzheimer a la enfermedades cardiovasculares. Cuando te relajas durante 15 minutos al día transformas ese estado inflamatorio en un estado más anti-inflamatorio.
17:16Tienen vocabulario para expresar el sentido de sus vidas, “Ikigai” como los habitantes de Okinawa.Saben que los dos años más peligrosos en su vida son los años en que naces, a causa de la mortalidad infantil, y el año que te jubilas. Estas personas tienen un proposito, una finalidad y eso llena de actividad sus vidas, esto les aporta siete años más de esperanza de vida extra.
17:36No hay ninguna dieta de la longevidad. En su lugar, estas personas beben un poco cada día, esto no es difícil de vender a la población estadounidense. (Risas) Suelen tener una dieta basada en verduras. Lo que no significa que no coman carne, pero también muchas alubias y frutos secos. Y tienen estrategias para evitar comer exceso, pequeñas cosas que los apartan de la mesa en el momento adecuado.
17:54Y el fundamento de todo esto es cómo se relacionan. Dan prioridad a sus familias, cuidan de sus hijos y de sus padres ancianos. Suelen pertenecer a una comunidad religiosa, lo que equivale a entre 4 y 14 años más de esperanza de vida si asistes cuatro veces al mes. Y lo más importante es que también pertenecen a la tribu adecuada. O bien nacieron o conscientemente se rodearon de la gente adecuada.
18:23Sabemos por los estudios de Framingham, que si tus tres mejores amigos son obesos existe una probabilidad de un 50 por ciento más de que tú vayas a tener sobrepeso. Así que, si andas con gente malsana eso tendrá un impacto importante tras cierto tiempo. En cambio, si la idea de diversión de tus amigos es hacer ejercicio físico, o jugar a los bolos o al hockey, el ciclismo o la jardinería si tus amigos beben un poco, pero no demasiado, y comen bien, y se relacionan, y son dignos de confianza, eso tendrá un gran impacto a largo plazo.
18:54Las dietas no funcionan. Ninguna dieta en la historia ha funcionado para más del dos por ciento de la población. Los programas de ejercicio por lo general comienzan en enero, y generalmente finalizan en octubre. En lo que respecta a la longevidad no hay una solución a corto plazo en una pastilla o cualquier otra cosa. Pero si lo piensas tus amigos son aventuras a largo plazo, y por lo tanto, quizás la cosa más importante que puedes hacer para añadir más años a tu vida, y vida a tus años. Muchas gracias.(Aplausos)

domingo, 16 de noviembre de 2014

“Es fantástico cómo se nos jode la sexualidad por los mandatos de poder”

Ruben Campero es psicólogo y educador sexual. En su último libro “A lo macho” analiza la sexualidad desde el punto de vista de la masculinidad. ¿Cuánto pesa el mandato dominante sobre lo que significa ser un varón? “Acá me dedico a cómo nos daña a los hombres”, precisa el especialista.

16 - Ruben Campero - Foto Difusión
Ruben Campero. Foto Difusión
En el libro usted primero habla de la masculinidad y luego se refiere a masculinidades hegemónicas. ¿Qué sería la masculinidad y cómo sería ese proceso por el cual se convierte en hegemónica?
—Seguramente en esto de constituirnos en hombres y mujeres hay cuestiones biológicas, que por cierto han sido muy manejadas hegemónicamente como la única verdad para hablar sobre esta diferencia sexual impuesta en Occidente. Pero la masculinidad, por lo menos desde las teorías que manejo, vinculadas con el construccionismo social, no tiene que ver con algo natural o biológico.
Yo te diría entonces que la masculinidad hegemónica, que es una sola, la digo en singular, tendría más bien que ver con una serie de discursos: frases, actitudes, gestos, símbolos, rituales, que construyen un ideal de cómo un ser humano que nace con pene debe ser, tener y expresar.
Ese conjunto de discursos, relatos que son repetidos de generación en generación por distintas vías, van construyendo toda una mitología y un folclore de cómo se supone que es este macho. Y ahí con la palabra macho –por eso la utilicé en el título– intento aludir a una estrategia social para hacernos creer que en realidad todo este poder hegemónico del macho corresponde a algo natural, innato, cuando en realidad es toda esta serie de discursos la que produce esta mitología.
Usamos un discurso biológico, etológico, para naturalizar relaciones de poder y enquistar roles de dominador y dominado. Pero no pensamos cómo esta construcción, esta mitología del macho, incide en todos los hombres. Y en todas las mujeres también. Seamos hombres, mujeres, heteros, homos, más o menos masculinos, más o menos femeninos, lo tenemos como eje. Un eje del cual nos distanciamos, nos alejamos, para criticarlo, para rechazarlo, para adularlo, pero lo tenemos como ideal. Es un ideal regulador.
Este mito llamado macho, que no es el instinto, tendría que ver con esta idea de entronizar una figura, vinculada con un cuerpo identificado como hombre, es decir con pene, que tiene cualidades vinculadas con el poderío, el ejercicio de autoridad, la no conexión con la sensibilidad; con capacidad de decisión racional, política, que echa para adelante. Vos me dirás, “pero están también las mujeres”…
Pero las mujeres están definidas en función de ese ideal de masculinidad…
—Claro. Lo femenino hegemónico, que ya teorizaba Simone de Beauvoir en la década del 40, señala que esa feminidad que se construye es complementaria y fabricada por esta masculinidad hegemónica, que necesita pensar la feminidad como subordinada, como inferior, para sostenerse como mitología constituyente de esto que llamamos masculino. Y para presentarse como modelo ideal de conformación de los humanos.
A su vez, y este es el último elemento, lo masculino hegemónico se va a diferenciar de lo femenino, y de aquellas otras masculinidades, esta vez sí en plural, que llamamos subalternas, subordinadas. Que serían por ejemplo todas aquellas masculinidades que no son fuertes ni aguerridas, que están más conectadas con la sensibilidad, que no son por ejemplo heterosexuales.
Pero no son necesariamente homosexuales.
—No. Una masculinidad subordinada o subalterna podría ser cualquier hombre que tenga una dificultad de erección. Enseguida se identifica con una antimasculinidad. De hecho alguien puede decir: “no rindo como hombre en la cama”. Fijate cómo la expresión es constituyente de una subjetividad. ¿Cómo se supone que se es hombre rindiendo sexualmente? ¿Qué quiere decir? Ahí la frase revela esta fuerza constructora de subjetividad que tiene la mitología llamada macho.
Otro masculino subalterno a nivel heterosexual sería aquel hombre que no tiene poder de decisión, que no logra imponer su autoridad frente a la mujer. O aquellos hombres muy sensibleros, o los que no saben hacer aquellas cosas que son de hombre, como arreglar un enchufe. Todas características que se asocian generalmente con lo femenino, y que nada tienen que ver con lo homosexual, que es otra gran categoría que también se asocia con lo femenino. Es decir, todo lo que no sea parte de la mitología del macho hegemónico va a ser considerado femenino y/o masculino subalterno.
Usted habla en el libro de la angustia de ese hombre que tiene que estar siempre a la altura de las expectativas que en él se depositaron.
—Empieza cuando somos niños. Las familias tienen una especie de angustia, no hablada, en torno a que ese varoncito se haga varoncito. Cosa que no sucede con las nenas. Un sistema de control que celebra todas las veces que este nene actúa como nene. Se lo fuerza incluso, cuando se agarra el pito del nene y se preguntan los adultos: “¿para quién esto?, y responden: “para las nenas”. Eso nos habla de que hay culturalmente una necesidad política de que los varones rápidamente, o a la fuerza, nos identifiquemos con esta mitología llamada macho. Y al cuerpo y a la subjetividad de nosotros los hombres, nos daña. Y a las mujeres también; pero acá me dedico a cómo nos daña a los hombres.
¿Qué pasaría si hiciéramos eso sobre las nenas? Si agarramos la vulva de la bebé y dijéramos: “¿Para quién es esto? Para los nenes”, y la madre dijera: “Esta cuando sea grande no va a dejar títere con cabeza, se los va a coger a todos”. Sin embargo con los nenes se hace. Los discursos van en torno al varoncito.
Cuando somos grandes y hay que iniciarse sexualmente, se hace a través de la penetración, sobre todo vaginal. Hay una cuestión reproductiva, heterosexualizante; es un acto, un ritual de masculinización. Parece que ponerla recubre al pene como de un halo mágico que lo constituye en falo. Y ahí lo vuelve un instrumento de poder.
¿Cómo es el proceso con los hombres hegemónicos con los que trabaja en consulta? ¿Hay resistencias a lo que les plantea?
—Lamentablemente los hombres no vamos al médico. Mucho menos al psicólogo. Pero cuando el tipo, que ni a palos iría a un psicólogo, ve que no se le para, que tiene dificultades para la eyaculación, ahí no piensa en nada y va.
El trabajo no tiene que ver con convencer, sino con empezar a acompañar a este hombre, para olvidarse de esa armadura fálica que le hicieron creer que tenía, despojarse un poco de ella, y empezar a sentir. Cuando se saca la armadura, la piel está en llagas.
Es mentira lo que te creíste que tu cuerpo tiene que ser el cuerpo de un dios, o de una máquina que tiene que andar siempre. Tu cuerpo es un cuerpo, es sensible, y por tanto te dice cosas desde lo emocional, que vos deberías escuchar. Y que no son carencias, al contrario, son potencialidades. Capaz que vos estás precisando ahora vivir experiencias más ricas eróticamente, y no solamente meterla. Pero eso cuesta escucharlo.
Está difícil después coger en términos sensuales, eróticos, amorosos, como quieras llamarle; difícil manejar estos elementos del poder, porque en la cama está todo el tiempo el poder. Y de hecho a veces también la base del erotismo, porque si no hubiera vínculos de poder… Esto es de jugando; si yo me creo que soy el súper macho… ¿Por qué no ser la damisela? Que venga “mi” mujer y me haga, no sé, de macho también.
Es fantástico cómo se nos jode la sexualidad a los tipos por todos estos mandatos de poder.
Hay mucha basura cultural que no nos deja expresarnos. Expresiones como “por atrás nunca, yo soy macho”. Tipos que, esto contado por muchas mujeres heterosexuales, las mujeres empiezan a tocar y van por las nalgas y no. Algunos dicen que no inmediatamente, otros aguantan porque han reflexionado un poco, pero se los ve tensos. ¡No te va a pasar nada! Pero no tenemos esa plasticidad, porque no nos deja la cultura. Seríamos más felices sexualmente.
¿Esto tiene que ver con una resistencia a la pasividad? ¿Con ser el sometido en lugar de ser el que somete?
—Tiene que ver con la territorialización política del cuerpo. El cuerpo es un terreno claramente político, uno de los más políticos que hay. Desde el vamos, con esto de ir al frente, ponerle el pecho a las balas, dar la cara, ser un hombre que va, que no recula. Fíjate la expresión “recular”, echar para atrás. Para nuestra cultura, todo lo que está atrás es siniestro: la puñalada por la espalda. Lo que viene de atrás es malo. Entonces, que el ano esté atrás tiene que ver con que la retaguardia quede vulnerable. Hay una mirada muy bélica del coito. El coito es un acto de dominación y colonización. Si el tipo tiene culo, puede que otro lo quiera colonizar. Es un acto político. Hay toda una matriz cultural que territorializa los cuerpos, y toma al ano, en el caso de los hombres, como esa zona tabuizada del cuerpo, en la cual se concentrarían los riesgos de la colonización, en tanto también el hombre tiene un área de su cuerpo pasible de penetración y por tanto pasible de humillación, como señala Beatriz Preciado. Todo hombre que se precie de tal, si usa su ano para gozar, es el traidor de los traidores, porque rompe con la ilusión de que todo hombre es sólo frontalidad y no tiene nada erotizable. “Por atrás nunca”; ni siquiera es específica la frase, es un atrás; todos pensamos que es el culo, pero no se dice.
¿Por qué la penetración como una cuestión política?
—Por la relación de poder, de dominio, de colonización de un cuerpo. Es interesante analizar todas las expresiones populares que existen sobre las relaciones sexuales, que además las tenemos exclusivamente asociadas con el coito: “plantar bandera”, “plantar el boniato”, cuando en la relación sexual no necesariamente hay coito, podemos hacer otras cosas, pero tenemos un mandato reproductivo, heterosexualizante; asociamos penetración vaginal con relación sexual. Es una hegemonía, un reduccionismo terrible, que jode a las personas. Te puedo garantizar, en estos años de trabajo en consulta con mujeres y con hombres, que la mayoría de las disfunciones sexuales aparecen cuando hay que penetrar; sin embargo en otro momento no aparecen.
Un tipo, por ejemplo, que tiene dificultades de erección, se excita, pero cuando tiene que ponerla, se le baja. Hay factores psicológicos, claro, pero socialmente hay todo un estadio de otros hombres que están, “vamo, vamo, vamo”, y ante tanta gente es muy difícil desarrollar una conducta refleja, porque la erección es un reflejo. Si yo le meto tanta cabeza en términos de obligación a un reflejo, el reflejo no me va a salir. Y si yo tengo el mandato de que cogerme a la persona que tengo enfrente, es para demostrar-le, demostrar-me, lo macho que soy, y por tanto retener a esa persona a mi lado para que me admire o me quiera, no voy a poder.
Porque esto se hace desde el lugar de la descontractura, del juego, de lo tranquilo. Yo no tengo que esperar nada para penetrar, porque si yo espero algo que no sea simplemente gozar, no se me va a parar. Y esto es una máxima del tratamiento de la disfunción sexual. La mayoría de los hombres viene con una exigencia de ejecución.
Está bueno esto de colonizar, el “sos mía”, “sos mío”, “te doy”, pero no es porque te esté queriendo humillar, o te quiera destruir o te desprecie; es porque está bueno sentir esta cosa poderosa, y que vos sientas que yo soy poderoso, que goces con mi poder, que gocemos juntos en estos roles; pero si yo me creo que soy eso y que lo debo ser siempre, ahí me va a fallar.
Y no sabés el registro de sufrimiento que eso provoca. Porque provoca soledad psíquica; no estoy con alguien. Un recurso con los pacientes que están esforzándose por eso, es decirles: “Bajate del caballo. Sos uno más. Aceptá que sos uno más”.
Hemos perdido la conexión con el juego. Por culpa de esta cultura. Y por culpa de nosotros mismos y nosotras mismas. Con los comentarios y los chistes que hacemos en las reuniones, en los boliches, en los asados, sostenemos todos los días este sistema perverso.
Pero eso ya son opciones personales. Que la gente haga lo que quiera. No estoy para evangelizar a nadie, ni decirle a nadie lo que tiene que hacer. Este no es un libro prescriptivo de conductas. Vos hacés lo que quieras; sos grande. Vos reflexioná. Y si después que reflexionás, querés volver a ser el mismo macho de siempre, selo. Pero consciente de lo que estás haciendo.
1. A lo macho. Sexo, deseo y masculinidad, Fin de Siglo, Montevideo, 2014.